La pérdida de un ser querido suele causar sentimientos muy intensos. A veces, la persona se siente abrumada. El tratamiento homeopático le permite soportar su dolor y le ayuda a superarlo con mayor efectividad.
Ignatia amara (haba de san Ignacio): el dolor puede ser «silencioso» y la persona se muestra poco comunicativa y evita la interacción con los demás. Muchos suspiros y cambios de humor. No soporta la crítica o la contradicción y manifiesta mucha cólera. Es especialmente vulnerable a la ruptura de una relación sentimental.
Pulsatila (flor de la Pascua): la persona está muy sensible y con propensión al llanto. El dolor puede ser silencioso, pero la persona desea compañía, consuelo y apoyo. Gemidos o lamentos muy suaves. Generalmente se siente calor y se desea aire fresco y libre. No se tiene demasiada sed.
Aurum metallicum (oro): fuerte depresión; cuando no parece haber ninguna luz en el mundo, el sufrimiento es extremo y se daría la bienvenida a la muerte, como un alivio del dolor. Puede haber una fuerte tendencia suicida. Melancolía y depresión, con actitud taciturna y reacia a hablar. Puede ser muy colérica.
Natrum muriaticum (sal común): personas sensibles y conscientes, que no comparten fácilmente sus sentimientos. Tienen tendencia a rechazar el apoyo y el consuelo, aunque lo anhelan en lo más profundo de sí mismas. A menudo son las personas «fuertes» durante una crisis familiar, que se ocupan de todos los demás, pero no permiten que nadie se ocupe de ellas.
miércoles, 30 de enero de 2008
Dolor agudo por una pérdida
en 13:11
Etiquetas: Homeopatia
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